El primer tercio del primer tiempo fue una guerra de guerrillas, un intercambio textual de golpes, patadas y trompadas. Tremendo el partido y el derroche físico que ha hecho el Zamora. Ha llevado a los suyos en volandas y ha rozado con la punta de los dedos el pase de ronda. Hogaño se despiden entre aplausos y no es para menos. Fuerza Alber